Tras las vacaciones del verano cada vez son más los conductores, sobre todo los que circulan por ciudades como Madrid, preocupados por la obtención de la pegatina «eco» de la DGT, y sobre todo por la clasificación de su vehículo según sus emisiones, yan que de ello dependerá que puedan o no circular cuando los niveles de contaminaciíon ean elevados.
Una de las posibilidades de acceder a la pegatina de color mitad verde y mitad azul, que nos permitirá por ejemplo acceder a Madrid cuando se active el protocolo anti contaminación, es la de pasar nuestro vehículo de gasolina a gas, tanto GLP como CGN.
Aunque en algunos países europeos como Italia o Polonia, el Autogás es un combustible muy extendido -más de 50 años de experiencia y más de dos millones de vehículos cada uno-, en España todavía comienza a dar sus primeros pero importantes pasos para convertirse en el combustible alternativo, menos contamiante que la gasolina y el diésel. Según el Clúster Autogas, el GLP usado como carburante de automoción, vive un momento álgido en España.
Todavía son muchas las dudas que genera este tipo de combustible y sus características, pero el director general del Clúster de Autogas, José Luis Blanco, nos da todas las claves. Principalmente, indica que existen dos tipos de instalaciones con Autogas: los Bi-Fuel y los Dual-Fuel. El primero, son los vehículos que funcionan «indistintamente con gasolina o con Autogas y por tanto pueden adaptarse cualquier vehículo de gasolina hasta euro 3 inclusive», es decir, coches matriculados del 2002 aproximadamente.
Es conveniente «consultar la marca y modelo del vehículo que queremos transformar a una empresa de transformaciones que las pueden encontrar en la web www.aoglp.com». «Ellos nos dirán si es posible y el coste de la transformación, así como si existe alguna promoción para efectuarla», añade. Eso sí, todos los vehículos de gasolina euro 4, en adelante transformados a Autogas, se convierten en etiqueta ECO y pasan a disfrutar de las ventajas que ello conlleva.
Por su parte, los Dual-Fuel son los vehículos que usan al mismo tiempo una mezcla de diésel y Autogas hasta un 35% y «se usan esencialmente para furgonetas y transporte pesado». En este caso, «todos los vehículos pesados son susceptibles de efectuar una instalación Dual-Fuel y solo el kilometraje necesario para amortizar la transformación debería ser el condicionante», explica Blanco.
la adaptación Bi-Fuel a que se tiene que someter el coche es muy simple: hay que «instalar un depósito de Autogas normalmente en el compartimento de la rueda de repuesto y unos accesorios que lleven el Autogas a los inyectores de gas en el motor». Este tipo de instalación puede costar alrededor de 1.200 euros, que se amorizan en un uso normal de entre 50.000 y 60.000 kilómetros en la vida del vehículo ya que «el precio del Autogas es casi la mitad que el de gasolina».
Además, «los transformadores se encargan de todo lo necesario para la legalización del coche y su paso por la ITV», afirma el director general del Clúster de Autogas. No obstante, si lo que se desea es una instalación de Dual-Fuel, el proceso es algo más complejo ya que «la tecnología de los vehículos pesados y su puesta a punto es fundamental». Es necesario colocar un depósito de Autogas, normalmente en el lugar de uno de los dos depósitos de Diésel que tienen estos utilitarios y luego «canalizarlo al motor para que se efectúe la mezcla del combustible líquido con el gaseoso», concluye.