Las ventajas de este tipo de carburante son básicamente dos. La primera es económica, porque puede alcanzar un ahorro del 40% con respecto a la gasolina y el gasoil.
Además, segunda ventaja, el Autogas es más respetuoso con el medio ambiente, porque sus emisiones de óxidos de nitrógeno son un 70% más bajas y de partículas, un 90% menores con respecto a los combustibles convencionales.
Las ventajas de este tipo de carburante son básicamente dos. La primera es económica, porque puede alcanzar un ahorro del 40% con respecto a la gasolina y el gasoil.
Además, segunda ventaja, el Autogas es más respetuoso con el medio ambiente, porque sus emisiones de óxidos de nitrógeno son un 70% más bajas y de partículas, un 90% menores con respecto a los combustibles convencionales.
“Es la energía alternativa disponible hoy, porque tiene una infraestructura de suministro a nivel nacional” - afirma a la cadena SER Clara Velasco, la responsable de Autogas en REPSOL. “Además, es una energía económica y limpia”.
Por esta razón, todos los coches y furgonetas propulsadas por gas tienen la etiqueta ECO que concede la DGT (la Dirección General de Tráfico) y, por lo tanto, pueden circular sin restricciones por los centros de las ciudades, aunque se haya activado el Protocolo Anticontaminación.
Para Jesús Herrero, secretario general de ATUC (la Asociación española de empresas de transporte colectivo), el uso del gas en automoción es “una mejora, porque las emisiones contaminantes son menores, pero no una solución, porque no se reduce el problema de la congestión del tráfico rodado en las ciudades”.
Qué es
La principal diferencia de los vehículos que utilizan Autogas es que disponen de dos depósitos (uno para gasolina y otro para gas) y éstos se pueden usar indistintamente sin alterar la conducción.
El tipo de motor de estos vehículos es el mismo que para gasolina, pero la propulsión por gas es más silenciosa y suave.
La autonomía tampoco es un problema porque un depósito (por ejemplo, de 74 litros) permite circular entre 500 y 600 kilómetros. Además, si este se combina con el de gasolina, la autonomía se dispara hasta los 1.200 kilómetros.
Cómo adaptarse
Existen dos formas de disponer de un vehículo de Autogas: adquirir un modelo nuevo (las principales marcas del mercado disponen de este tipo de tecnología) o transformar un vehículo de gasolina.
En este segundo caso, la transformación tiene un coste aproximado de 1.000 euros y en España se puede realizar en 800 talleres. Algunos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas conceden subvenciones que cubren parte de esta operación.
Mayor seguridad
Los depósitos de Autogas son 20 veces más resistentes y pueden aguantar más presión que los de gasolina. Se trata, además, de un combustible que no es tóxico ni corrosivo y no representa ningún riesgo de derrame.
Por último, los usuarios de Autogas cuentan ya con una amplia red de estaciones de servicio.
FUENTE: CADENA SER